El niño es el centro de interés del entrenador-educador, cuya misión principal y esencial es garantizar su desarrollo en diferentes ámbitos: deportivo, social, psicológico y educativo. El educador de fútbol es la persona que conoce, que sabe…
Es cierto que no lo conoce todo, incluso dentro de su área, pero debe saber perfectamente lo que quiere transmitir. Las victorias y las derrotas no significan nada comparado con lo que el fútbol puede transmitir en cuanto a valores humanos y sociales, que ayudarán a la formación del futuro ciudadano, así como a su inserción en la sociedad.
El fútbol puede ser una herramienta maravillosa para transmitir valores como el respeto, la solidaridad, la ayuda mutua, el compartir, etc. Gusto por transmitir, gusto por compartir, gusto por dar, gusto por ocuparse de los demás. Esa es la misión del educador de fútbol: una vocación.
La misión educativa del educador de fútbol es crucial: transmitir “conocimientos” y “valores”. Para eso, es necesario “La naturaleza dicta que los niños deben ser niños antes de convertirse en adultos. Si intentamos modifi car este orden natural, alcanzaremos la edad adulta de forma prematura pero sin la sustancia y la fuerza” Jean-Jacques Rousseau conocer al niño, sus características, tener en cuenta su edad, sus capacidades. En una palabra, practicar una pedagogía del apoyo y del éxito. El juego constituye la principal actividad del niño. Jugar representa una necesidad esencial, vital e innata en todos los niños. Por tanto, el despertar y la iniciación del jugador o jugadora de fútbol mediante el juego son los principales objetivos del fútbol base.
LAS 10 FUNCIONES MÁS IMPORTANTES DEL ENTRENADOR – FORMADOR
1. Generar un entorno seguro
Las instalaciones deportivas y los equipamientos deben ser seguros para los niños y el resto de participantes. Las condiciones atmosféricas desfavorables también deben tenerse en cuenta durante todas las actividades del fútbol base.
2. Equipamiento deportivo seguro y apropiado
Los códigos y las normas existentes para los equipamientos deben respetarse y todo el material debe mantenerse en buen estado y corresponder completamente a la categoría en cuestión (balones nº4, por ejemplo).
3. Actividades planificadas
Las lesiones pueden ser resultado de sesiones de fútbol mal planifi cadas. Las habilidades técnicas que revisten algún tipo de riesgo (juego de cabeza o técnicas defensivas, por ejemplo) se deberán enseñar de forma progresiva obligatoriamente.
4. Seguimiento de los niños en caso de lesión o de incapacidad temporal
Los participantes que sufran lesiones o una incapacidad temporal deben quedar exentos de los ejercicios potencialmente peligrosos para ellos.

5. Jugar en su categoría de edad
En una primera etapa, e incluso en el caso de jóvenes talentos, es necesario distribuir a los participantes en grupos de nivel, no sólo según la edad, sino también en función de la estatura, el peso o incluso la madurez. La experiencia y el nivel de competencia también deberían considerarse.
6. Informar a los participantes y a los padres de los riesgos propios del deporte
Los participantes (o sus padres/tutores) sólo pueden aceptar legalmente los riesgos inherentes al fútbol si los conocen, comprenden y aceptan.
7. Actividades estrechamente vigiladas
Se requiere una vigilancia apropiada para asegurarse de que el entorno de práctica es el más seguro posible.
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CARRERA DE ENTRENADOR DE FUTBOL BASE SUB 12 - CONTENIDOS LICENCIA "C" CONMEBOL
8. Conocimiento de primeros auxilios
Los educadores de fútbol deben conocer los procedimientos básicos relativos a los primeros auxilios y mantenerlos al día. Durante las actividades organizadas, deben asegurarse de que la asistencia médica adecuada se encuentra disponible y de que no se haga nada que pudiera agravar una lesión.
9. Dictar reglas claras para las actividades y su desarrollo
Deben redactarse por escrito y distribuirse reglas claras antes de cualquier actividad, relativas a su desarrollo y la conducta que se debe mostrar.
10. Conocer la información básica sobre la salud de los participantes
Los educadores de fútbol deben conocer la información básica relativa a la salud de los participantes y los riesgos incurridos, con el objetivo de tomar las mejores decisiones en caso de que se produzca un contratiempo durante una sesión de fútbol. La protección de los niños es la misión esencial del educador de fútbol, no solamente ante los participantes sino también ante los padres. Teniendo en cuenta la gran cantidad de niños y niñas que participan en las actividades de fútbol, su protección constituye una prioridad. Nadie puede quedarse sin vigilancia. Ejecutados correctamente, los procedimientos de protección de los participantes les permitirán divertirse con la práctica del fútbol.